La vida me hizo un gran regalo cuando conocí el camino del Yoga. En esa primera clase sentí algo especial que no podía explicar, yo lo describo con un flechazo.
Fue en 2010 y en esa época mi trabajo de comercial de más de 20 años, se tambaleaba debido a la crisis económica
Entonces sin apenas darme cuenta, mi vida empezó a tomar forma en torno a este maravilloso camino hacia la mente, cuerpo, espíritu y corazón.
Era tanto lo que me aportaba que decidí formarme como profesora de Hatha Yoga en el año 2011.Encontré mi Dharma , lo que había venido a hacer y desde que terminé mi primera formación, comencé a dar clases y a compartir mi pasión con todo aquel que se acercaba a mis clases.
Desde entonces, no he parado de formarme, de seguir practicando, aprendiendo y enseñando con profesionalidad, corazón y entusiasmo.
Agradecida por poder hacer de mi forma de vida mi profesión. Agradecida por el privilegio de disfrutar cada día con lo que hago, y todavía más agradecida por poder compartirlo con los demás. Disfruto viendo a diario el cambio positivo que les proporciona.
ME siento enormemente afortunada y feliz por todo ello
¡¡Namasté!!